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21 En ese momento el sacerdote hará que la mujer jure bajo maldición y luego le dirá a la mujer: “Que el SEÑOR haga que tu pueblo use tu nombre cuando maldigan a otros, que el SEÑOR te haga estéril, que tus entrañas se hinchen, 22 que esta agua que lleva una maldición vaya dentro de tu cuerpo y haga que tus entrañas se hinchen y quedes estéril”. Luego la mujer debe decir: “Estoy de acuerdo, así sea”.

23 »Después el sacerdote escribirá estas maldiciones en un documento y las lavará con el agua amarga.

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